Una película precipitada, de tal modo que apenas se detiene a presentarnos a los personajes o a desarrollar la trama. Sus efectos especiales y sus escenas de acción resultan decepcionantes. Una franquicia desaprovechada…
Recuerdo cuando vi por primera vez la serie de animación “Dragon Ball” en un canal autonómico (unos años después pude leer el manga, que, ciertamente, dicha producción televisiva seguía con bastante fidelidad). Casualidades de la vida, era justo el capítulo de inicio de este popular anime y enseguida me llamó la atención el curioso sentido del humor de aquellos dibujos animados que para nada se parecían a los que por aquella época se emitían en la pequeña pantalla (reconozco que me quedé enganchado con su particular mezcla de aventuras, fantasía, ciencia-ficción y, cómo no, desternillante comicidad).
Luego llegó “Dragon Ball Z” (de “Dragon Ball GT” mejor no hablar), que sin duda presentaba situaciones espectaculares que, por suerte, luego se reprodujeron en diversos videojuegos. Gracias a la tardía llegada a los Estados Unidos de la serie, país en el que también obtuvo un gran éxito, no fueron pocos los que pensaron que alguna vez Hollywood se fijaría en esta franquicia. Así, fue 20th Century Fox el estudio que se hizo con sus derechos cinematográficos, si bien el anuncio del desarrollo del filme se demoró más de lo esperado. Al final se dio luz verde al proyecto, aunque con unos directores y un reparto de segunda categoría, algo que mosqueó a no pocos seguidores de tan importante licencia. Y es que, si tuviéramos que valorar “Dragonball: Evolution” únicamente por su fidelidad a la obra de Akira Toriyama, la película saldría muy mal parada. Así, se echan en falta numerosos personajes del manga y el carácter de muchos de ellos o bien se ha cambiado o bien se ha atenuado (los minutos que transcurren en el instituto son los peores de toda la cinta).
Dejando esto a un lado y centrándonos en el largometraje en sí, resulta chocante la celeridad con la que transcurre la historia y su escasa vistosidad. Por un lado, la trama se desarrolla de manera precipitada, dando lugar a que uno se pregunte por qué sus responsables parecen empecinados en que la película concluya cuanto antes (al menos con ello se logra que sea difícil aburrirse o que un incómodo hastío nos incite más a dormir que a otra cosa). Asimismo, la puesta en escena no parece la de una producción de elevado presupuesto, siendo los decorados un tanto toscos y los efectos especiales verdaderamente simplones. Vamos, que quien busque colosales peleas y batallas… saldrá decepcionado del cine.
Los elementos humorísticos son escasos, aunque al menos se agradece que los que se hallan presentes en el guión nos recuerden al trabajo original de Toriyama. Respecto al reparto, Justin Chatwin carece del carisma necesario como para ponerse en la piel de Goku, mientras que Chow Yun Fat hace lo que puede para dar vida a Mutenroshi. Jamie Chung se pone en la piel de Chi Chi, un personaje completamente prescindible, mientras que Emmy Rossum y Joon Park se limitan a acompañar al principal protagonista de la aventura, desaprovechándose las posibilidades de Bulma y Yamcha. Ahora bien, el que peor parado sale del asunto es James Marsters, quien en ningún momento intimida en su papel de Piccolo. No es culpa suya (ahí están sus estupendas interpretaciones del manipulador Brainiac en “Smallville”), sino de un libreto en el que sólo pronuncia alguna que otra frase suelta y en el que sus apariciones son muy breves, puesto que Eriko (Mai) es la que principalmente se enfrenta a los héroes de la función.
En definitiva, no se puede considerar que “Dragonball: Evolution” sea un bodrio, aunque, si tenemos en cuenta el material en el que se basa, no es de extrañar que muchos lo piensen. Cierto que nos hallamos ante una propuesta insatisfactoria y decepcionante, pero, si se toma como lo que es, un mero producto de coste reducido que se ve y al poco tiempo se olvida, al menos aliviará nuestra irritación al pensar en lo que la Fox podría haber hecho con una franquicia tan jugosa. Los responsables de la major no han querido arriesgarse, optando por presentarnos un filme completamente descafeinado, otra prueba más de que no andan muy finos en los últimos años (ahí están para corroborarlo “Ultimátum a la Tierra”, “Max Payne”, “X-Files: Creer es la clave”, “El incidente”, “Atrapado en un pirado”, “Jumper”, “Aliens vs. Predator 2″, “Hitman”, “Los seis signos de la luz” o “Los 4 Fantásticos y Silver Surfer”). ¿Acaso han perdido la ambición en este estudio? Salvo por algunas excepciones, da la impresión de que así es…
Escrito por Joaquín R. Fernández el 09.04.09 a las 11:38
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Mas informacion sobre DragonBall: Evolution(y la opcion de que la veas en linea), aqui: http://www.mundohob.com/viewtopic.php?t=1116